jueves, 19 de diciembre de 2013

René Descartes, Meditaciones Metafísicas.

"Cerraré ahora los ojos, me taparé los oídos, suspenderé mis sentidos; hasta borraré de mi pensamiento toda imagen de las cosas corpóreas, o al menos, como eso es casi imposible, las reputaré vanas y falsas; de este modo, en coloquio sólo conmigo y examinando mis adentros, procuraré ir conociéndome mejor y hacerme más familiar a mi propio. Soy una cosa que piensa, es decir, que duda, afirma, niega, conoce unas pocas cosas, ignora otras muchas, ama, odia, quiere, no quiere, y que también imagina y siente, pues, como he observado más arriba, aunque lo que siento e imagino acaso no sea nada fuera de mí y en sí mismo, con todo, estoy seguro de que esos modos de pensar residen y se hallan en mí, sin duda. Y con lo poco que acabo de decir, creo haber enumerado todo lo que sé de cierto, o, al menos, todo lo que he advertido saber hasta aquí.

Consideraré ahora con mayor circunspección si no podré hallar en mí otros conocimientos de los que aún no me haya apercibido. Sé con certeza que soy una cosa que piensa; pero ¿no sé también lo que se requiere para estar cierto de algo? En ese mi primer conocimiento, no hay nada más que una percepción clara y distinta de lo que conozco, la cual no bastaría a asegurarme de su verdad si fuese posible que una cosa concebida tan clara y distintamente resultase falsa. Y por ello me parece poder establecer desde ahora, como regla general, que son verdaderas todas las cosas que concebimos muy clara y distintamente"

(R. Descartes, Meditaciones metafísicas, Madrid)


Somos personas, no estamos hechos solo de células, órganos, músculos... estamos hechos sobretodo de alma, de sentimientos, de sensaciones y percepciones. Podemos saber lo que tenemos por dentro, lo que pensamos y como nos hace sentir ese pensamiento. Pero no es una ciencia, porque el pensamiento es caótico, por tanto muchas veces, si no nos paramos a pensar en nosotros mismos, desde dentro, es posible que ni siquiera nos entendamos. Y si no nos entendemos nosotros mismos, ¿cómo se supone que vamos a entender el mundo que nos rodea? 

Lo que Descartes quiere decirnos, es que hay que cerrar los ojos, centrarse, concentrarse y escucharse a uno mismo de vez en cuando. Nunca vamos a dejar de percibir nuestro alrededor, pero el conocernos a nosotros mismos nos va a ayudar a interpretar las cosas que vemos, oímos, saboreamos, olemos y tocamos. Conociendo lo que tenemos dentro vamos a poder concebir ideas claras, verdaderas y distintas, pues para una persona lúcida y transparente por dentro, que se conoce, ese primer contacto con el mundo va a ser verdadero. 

Más allá de la percepción clara corroborada por la lucidez de conocerse a uno mismo, somos seres, cosas, que pensamos, y ahí es donde cometemos el error de dudar, de discernir si esas percepciones han sido concebidas en nuestra mente realmente de manera clara como pensamos. 

Esto es lo que propone Descartes en el fragmento anterior: que ya que te conoces, y confías en ti como persona que siente, percibe y piensa, consideres verdaderas las cosas que percibes desde tu interior. Así pues, no entraremos en esa lucha interna que supone pensar que algo es falso y que puede tener más interpretaciones verdaderas de las que nosotros mismos le hemos dado.

viernes, 13 de diciembre de 2013

''Pienso, luego existo''

¡Bienvenidos!

Os encontráis en un blog realizado por alumnos de 2º de Bachiller desde la asignatura de historia de la filosofía. Nosotros somos Marta Lluch, Natalia Casañ, Óscar Salcedo, Alicia Redondo y Natalia Molinero.


Su finalidad es mostrar el producto de nuestra investigación sobre la vida y el contexto donde se desarrolló el pensamiento de Descartes de una forma más fácil, atractiva y útil.

Para ello hemos realizado un vídeo para la biografía complementado con una línea temporal de sus obras, una presentación de Power Point sobre su contexto histórico y esquemas sobre su contexto filosófico y científico.
Para terminar tendréis que poner vuestros conocimientos a prueba en la sección de actividades.